El mundo se desmoronaba poco a poco al comprobar día tras día que mi maravilloso hijo se escurría de entre mis manos, se escapaba sigilosamente abandonando todo lo que había aprendido hasta ese momento. Había sido atrapado por un inesperado alud de tinieblas llamado autismo.
2 comentarios:
Me parece excelente tu espacio y de una gran ayuda.
Saludos dede Argentina
Gracias Sandra. Me alegro que te guste. Es un honor para mí tenerte por aquí. Nos vemos. Saludos.
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