El mundo se desmoronaba poco a poco al comprobar día tras día que mi maravilloso hijo se escurría de entre mis manos, se escapaba sigilosamente abandonando todo lo que había aprendido hasta ese momento. Había sido atrapado por un inesperado alud de tinieblas llamado autismo.

Y se hizo la luz

Bienvenidos a este blog. Espacio dedicado a la discapacidad en general, pero mas concretamente a los trastornos del espectro autista (TEA ). En él, trato de reflejar mi experiencia como profesional de la educación y madre de una persona con autismo.



19/4/11

GUÍA DE ESTILO PARA PERIODISTAS




Los ciudadanos y ciudadanas leemos, observamos y escuchamos a diario un gran número de mensajes comunicativos a partir de los cuales configuramos nuestra propia idea de la realidad. Nunca antes hemos dispuesto de tantas fuentes de información,lo que constituye un claro indicativo de la creciente complejidad de la
sociedad en la que vivimos.



El ejercicio de la responsabilidad en la labor de los profesionales de los medios de comunicación pasa necesariamente por asumir que éstos actúan como principal referencia informativa y formativa de un importante sector de la sociedad. Por eso, en la medida en que los medios transmitan prejuicios y estereotipos negativos, se reforzarán los ya existentes entre su público o nacerán otros. Si, por el contrario, los medios optan por difundir textos que obedezcan a un propósito de inclusión social y por darles voz a los sectores más olvidados de la ciudadanía, estarán creando entonces nuevos espacios para la convivencia.

Para promover la toma de conciencia entre editores, profesionales y estudiantes de
comunicación, la Rede Galega contra a Pobreza (EAPN Galicia) y la Asociación Galega de Reporteiros Solidarios (AGARESO) organizaron el 21 de octubre de 2010 el seminario “¿Es la pobreza noticia? Las personas en riesgo de exclusión social en los medios de comunicación”.



Esta guía quiere ser una herramienta útil y de fácil manejo. Un documento de uso diario para corregir defectos, despejar dudas y afianzar buenas prácticas a la hora de hacer comunicación sobre la migración, la discapacidad o la realidad gitana.
¿Cómo hacer un mejor tratamiento informativo cuando hablamos de discapacidad?
El concepto de sociedad inclusiva permanece ausente en la cobertura periodística. Es imprescindible que los profesionales de la comunicación conozcan este término, amparado por la Constitución y por varios tratados internacionales. Es preciso romper con el enfoque de la discapacidad vinculada al concepto de asistencia pasiva y sustituirlo por conceptos de integración y participación activa en la vida económica y social.



Aún cuando existe el interés y el deseo de realizar una cobertura apropiada, los periodistas se topan con la desinformación sobre aspectos educativos, jurídicos, técnicos,médicos, éticos e incluso políticos. Los profesionales necesitan formación
específica para tratar la discapacidad con propiedad, sin ópticas negativas.
En la práctica cotidiana y por el afán de querer tener siempre presentes los elementos básicos de la información periodística (qué, quién, dónde, cuándo, por qué) introducimos añadidos que parecen complementar la noticia, aunque el resultado final condiciona la lectura que los receptores hacen de la realidad. Por eso es necesario atender a las particularidades de la temática.



Los medios pueden ayudar a la normalización social de la discapacidad, como ya han hecho en otros ámbitos. En esto juega un papel determinante la ayuda de las personas con discapacidad. Los y las profesionales deben recurrir a ONGs, fundaciones, asociaciones que lleven años trabajando con la discapacidad para contrastar que la información de la que disponen sea correcta.
Por otra parte, cabe destacar que no existe a nivel informativo gran preocupación por divulgar servicios relacionados con la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad.
¿Por qué en los medios se refleja la discapacidad desde una óptica asistencialista?
¿Por qué está usualmente ligada a los contenidos de sucesos?
¿Por qué no se refleja la discapacidad desde un prisma de normalidad?
¿Por qué no tratarla como un elemento más de la diversidad?
¿Qué terminología debemos emplear?
En definitiva, se trata de evitar la terminología con connotación negativa. De este modo no solo normalizaríamos el lenguaje, sino también los valores hacia la vida. A la hora de mencionar en un texto informativo un problema de salud, este solo ha de transmitirse cuando sea relevante para la correcta comprensión del hecho.
Para lograr la normalización real de la diversidad es fundamental la movilización de los más diversos sectores de la sociedad, haciendo así posible la verdadera integración social de las personas con discapacidad, haciéndolas visibles y recordando que no hay gente discapacitada, sino sociedades inaccesibles a la diversidad.



En la página de Feaps andalucía podéis descargar la guía completa.

1 comentario:

JUDINSKY dijo...

qué buena! cuánta falta hace!