El mundo se desmoronaba poco a poco al comprobar día tras día que mi maravilloso hijo se escurría de entre mis manos, se escapaba sigilosamente abandonando todo lo que había aprendido hasta ese momento. Había sido atrapado por un inesperado alud de tinieblas llamado autismo.

Y se hizo la luz

Bienvenidos a este blog. Espacio dedicado a la discapacidad en general, pero mas concretamente a los trastornos del espectro autista (TEA ). En él, trato de reflejar mi experiencia como profesional de la educación y madre de una persona con autismo.



2/4/11

Salud Mental detecta una media de 30 casos nuevos de niños autistas al año





La Unidad de Salud Mental Infantil (USMI) de Córdoba detecta anualmente una media de 30 nuevos casos de niños autistas desde que puso en marcha en el 2007 un programa de detección precoz que permite derivar a estos menores a servicios de atención temprana. Según Vicente Sánchez, psiquiatra responsable del programa en la USMI, "los trastornos de espectro autista no tienen cura a día de hoy, pero la calidad de vida de estas personas puede mejorar muchísimo si se actúa cuando son pequeños". Gracias a un test de 23 preguntas, los pediatras de Córdoba, que es pionera en este sistema, pueden valorar si hay algún indicio de trastorno, en cuyo caso los niños son derivados a la USMI para un estudio más a fondo. "El 72% de las sospechas se confirman con un diagnóstico de autismo", señaló Sánchez, "sin embargo, en el 100% de los casos hay algún problema, ya sea retraso madurativo (14%) o trastornos del lenguaje (11%)". En solo cuatro años, los tiempos de espera se han acortado. "En un mes, los padres suelen tener el diagnóstico definitivo", aseguró. En el espectro autista existen distintos grados de afectación, desde los más leves (síndrome de Asperger), en los que los niños tienen una inteligencia igual o superior a la media, pero dificultad en la compresnsión del lenguaje y fracaso en las relaciones interpersonales; a casos graves, en los que la incomunicación es total se une al retraso mental, algo que ocurre en el 85% de los casos. En todos los casos, la intervención temprana realizada antes de los 5 años, cuando el cerebro es más plástico y se está formando, es la única alternativa para mejorar resultados, "aunque no conviene crear falsas esperanzas y saber que hablamos de una enfermedad crónica". La Universidad de Córdoba cuenta con uno de los centros de atención temprana para niños con este tipo de trastorno. "Contamos con 60 plazas conveniadas, de las cuales el 60% están ocupadas por niños autistas, que llegan con una media de edad de 18 a 20 meses", explica la directora del centro, Araceli Sánchez. En estos casos, "es importante intervenir sobre el niño y en la familia, que recibe la noticia con mucha angustia", comentó. En el centro de la UCO, se trabaja con los niños una hora a la semana, con una terapia dirigida por un equipo multidisciplinar, "aunque queremos empezar a implantar una segunda hora para todos los menores", señaló Sánchez, que insistió en que "el desarrollo de los niños depende de la calidad de la atención más que de la cantidad", a lo que añadió que, para que sea eficaz, la intervención debe darse siempre en tres ámbitos: médico o terapéutico, escolar y familiar. En su opinión, "no tiene sentido someter al niño a terapias agotadoras, tan contraproducente es la sobreestimulación como la infraestimulación", afirma. "Además, el niño debe interactuar lo más posible con su familia, que debe implicarse en el aprendizaje del menor, es en casa donde puede aprender a desenvolverse en situaciones reales", finaliza.

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